👇🏼 en este video a partir del minuto 52 puedes ver el pequeño teatro en vivo realizado en la JND 2023

🪴Conclusión Talleres, Carpintero vs jardinero, Testimonio matrimonio, presentación CAS, y Cierre JND

Carpintero vs Jardinero: el ser del dirigente

Texto desarrollado por la Hna. María Jesús Viada

Representado en la JND2023 por Juanjo Jutronich y David Peñaloza

Diálogo entre Jardinero (J) y Carpintero (C)… Cada un viene vestido con traje respectivo, uno con un trozo de madera, o algunas herramientas, y el otro con un rastrillo, o una regadera

Diálogo entre Jardinero (J) y Carpintero (C)… Cada un viene vestido con traje respectivo, uno con un trozo de madera, o algunas herramientas, y el otro con un rastrillo, o una regadera

J: Hola, amigo, qué tal, tanto tiempo, ¿Cómo va tu taller? C: Hola, qué alegría encontrarnos… Mi taller muy bien, tengo varias piezas pendientes para entregar, el trabajo no falta, hay que dar gracias a Dios… ¿Y tú, tu jardinería? J: Todo bien, un poco preocupado por la falta de agua, así que por ahí tratando de dirigir algunos surcos para que el agua llegue a las plantitas más frágiles y de raíces menos profundas. Es pega, uno se demora, pero después uno se alegra cuando las ves fortalecerse con el poquito de agua que reciben. C: ¿Y qué te trae por acá? Hacía mucho tiempo que no te veía J: La Divina Providencia… Me pidieron ayuda para un encuentro de dirigentes; no sé mucho qué es lo que puedo aportar, pues yo solo sé ser jardinero. C: Ah, bueno, yo estoy en las mismas… es sencillo… Ser dirigente es como ser un carpintero: te pasan un trozo de madera seco, uno lo mira y ya logra ver aquello que puede salir de ese trozo… Y simplemente hay que empezar a tallar: el cincel por acá, luego por allá. Hay que tener paciencia eso si, porque no es tan rápido. J: Con una madera inerte es sencillo, pero con materia viva es muy diferente. Primero, yo tengo que ver qué plantitas tengo adelante. Yo no puedo decidir lo que voy a hacer con ellas. Tengo que saber quiénes son, cuánto sol, sombra o agua necesitan. Para trabajar en un Jardín hay que desarrollar mucha HUMILDAD. Yo no puedo decidir lo que quiero hacer u obtener, sino lo que las plantas necesitan para crecer más hermosas y dar toda su belleza. C: Ah, qué interesante. Claro, yo soy un artista y proyecto mi mundo en mis obras. Yo sé lo que quiero de mis trozos de madera, yo mismo lo diseño y me da mucha alegría y orgullo cuando veo que mi deseo se está haciendo realidad. J: A mi también me da mucha alegría, cuando veo que cada flor crece firme, hermosa, pero no siento orgullo, pues no se trata de mi obra, sino de la fuerza interior de cada flor. Es decir, yo no soy el gestor de su desarrollo; yo sólo le ayudo removiendo la tierra, regándola, poniéndola donde más le conviene, pero es la flor la que tiene vida propia: sus colores son suyos, su belleza es suya, la rosa es rosa, el clavel es clavel y el jazmín, jazmín. Mi tarea es ayudar a que sean lo que tienen que ser, no lo que yo quisiera hacer C: Si, claro, y para eso se necesita mucha humildad, como tú dices. De hecho, cuando a mí no me queda una pieza como quiero, o como la había pensado, me da mucha rabia, y más de alguna vez me ofusco, me enojo con la madera… Qué tontería, si la madera no tiene la culpa, el problema es mío. J: La diferencia entre lo que tú haces, que tiene mucho valor, porque qué haríamos sin tus muebles o tus obras de arte tan necesarias, es que tú te proyectas en la madera, tienes una meta personal con ella. En cambio lo mío es simplemente un SERVICIO A LA VIDA. Es decir: si tengo delante de mí una hortensia, tengo que saber todo lo que una hortensia necesita e intento procurárselo para que sea plenamente hortensia. Para mi, la meta no es un logro personal, sino que mis plantas lo logren. Que logren ser su mejor versión. Y cada una es muy diferente. Eso es muy entretenido, porque ninguna es igual que otra. C: Un servicio a la vida… tienes toda la razón… Bueno, yo también hago un servicio a las personas que compran mis muebles y mis obras. Ellos se alegran con una hermosa y buena mesa. Pero claro, hay mucho más de mi yo puesto en ese trabajo. El tuyo exige mucho DESINTERES. Porque, al menos a mi, me encanta que me agradezcan y alaben lo que he hecho. Me encanta cuando alguien valora mis piezas, y eso me impulsa a hacer otras mejores, pero la verdad es que cuando uno ve un jardín bonito, alaba las flores, pero rara vez al jardinero. J: Esa es la pura verdad. Alguna vez he escuchado a alguien que al pasear por un jardín, me ha dicho: ¡Qué lindo lo tiene!, pero por lo general, uno escucha cómo se alaban las flores, los setos, los árboles, pero a uno no le dicen nada. C: ¿Y no te cuesta? Porque igual uno tiene ego… J: La verdad es que no. Mi alegría es justamente ver que las personas admiran el jardín, que las flores y árboles crecen y son alabados. De hecho, a veces hasta me escondo, para que no me digan nada: lo importante es el Jardín, no el jardinero. C: Wow, es bien admirable.

J: Ahora, eso no quiere decir que yo me apoco. Yo sé cuánto me necesitan las flores y pongo todo de mi parte. Tengo que saber lo que necesitan y hacerlo bien. Sé cuán importante y necesario soy para ellas. C: Ya, yo también… Si yo no cincelo, si no calculo cada golpe u cada corte, la cosa no resulta. J: Así es, solo que en un jardín es como en una escuela, como con la EDUCACION, pues lo que resulta con una, no resulta con la otra. A veces, por ejemplo, dos plantitas que necesitan mucha agua, pasa que una crece preciosa, y la otra como que se ahoga. Son misterios, y por eso no solo necesito conocerlas, sino además, tengo que estar muy atento a sus reacciones, a lo que va pasando en ella. A veces tengo que podar por aquí, otras veces por allá, abonar la tierra, removerla, sacarle algunos abrojitos, etc. C: Oye, y a propósito de poda: a mí me sirven las podas de los árboles, porque me proveen de madera: ¿Qué haces cuando viene el invierno y todo hay que podarlo y parece que todo se hubiese muerto?... Porque a mi eso no me pasa: siempre tengo algo de madera con qué trabajar, no sé lo que es quedarse sin pega… Siempre tengo algún trozo de madera que trabajar… Me muero no tenerlo. J: Yo jamás me quedo sin pega, tampoco en los inviernos, cuando todo parece muerto. Los jardineros somos expertos en PACIENCIA Y CONFIANZA… El invierno pertenece al ciclo de vida de un Jardín. Una planta o un árbol están siempre vivos, aunque no se vean sus hojas o frutos. Cuando eso pasa, hay algo que está pasando por dentro. Hay que saber esperar, confiar, pero no dejar de cuidar la tierra ni de regar. Eso sería lo peor. Y con paciencia, de pronto llegará la primavera. Claro, vivimos en un tiempo de tanto efectivismo, que esas esperas no nos gustan y nos asustan; siempre queremos estar viendo frutos, y por eso hacemos y hacemos cosas; pero en un jardín no sucede así: hay que esperar y confiar: Al invierno le sigue la primavera, así es la vida, y hay que saberlo muy bien, para no asustarse. C: Eso es de gran sabiduría… ¿Cómo dices que no sabes si podrías aportar algo a la Jornada de dirigentes? Me has enseñado muchísimo… Yo creo que para ser dirigente, más que un carpintero, habría que ser un eximio jardinero. Hay mucha sabiduría de vida, detrás de todo lo que me dices. Yo pensaba que para ser dirigente, había que ser como un carpintero: te entregan la pieza de madera, la piensas y le vas sacando el diseño que pensaste; pero no es tan así: La madera es una materia inerte que no opone resistencia, que si la corto, se deja cortar, que si la cincelo, va tomando la forma que le quiero dar; pero claro, un dirigente está trabajando con vidas, igual que las flores del jardín: no es mi proyecto para con ellas, sino el proyecto de Dios; y eso requiere ser un maestro de la observación, requiere conocer a cada uno y ayudar a que crezca desde adentro. Es decir, no es que yo le doy forma, la forma está adentro de la persona, y yo tengo que ayudarle a que salga, se desarrolle…. ¡Hay que ponerle pino, ah! J: Yo me imagino que el mismo Dios es el gran Jardinero de la humanidad, y que el mundo está llamado a ser un hermoso jardín, como el del Paraíso. Por eso, siempre trato de ESTAR MUY UNIDO A EL, de estar muy UNIDO A LA MATER… con ella sellé una Alianza de Amor y le dije: estoy dispuesto a ser jardinero, pero quiero hacerlo a la manera tuya. Ellos son los grandes jardineros de la Humanidad… yo trato de cuidar y trabajar mi pequeño jardín, así como lo hacen ellos, con ese RESPETO y DEDICACION… Son ellos los que me han dado esta sabiduría que tú dices.

(Falta aún terminar)